Es difícil contestar a la pregunta de por qué una persona opta por dedicarse a publicar libros. En nuestra experiencia, la edición es una profesión vocacional que se alimenta del amor al mundo del libro. En el sector editorial español trabajan algunas de las mentes más creativas del país que, sin embargo, podrían fácilmente dedicar sus capacidades a otros empeños mucho más lucrativos como, por ejemplo, la inversión bancaria, la abogacía o la publicidad. Su trabajo como editores, pues, no es para muchos de ellos una mera opción profesional entre muchas otras, sino la única que satisface su necesidad de contribuir a fabricar esos auténticos cofres de sueños que son los libros.
Hay motivos hacen que la industria editorial sea especial. Se trata de un sector muy abierto, en el que resulta relativamente fácil entrar y en el que todavía es posible que una nueva editorial con muy poco presupuesto compita con los grandes gigantes de la edición, cosa impensable en otros mundos como el de la banca, los proveedores de internet o el fútbol. El sector editorial es, además, notablemente poco rígido y resulta sencillo entablar conversación con editores consagrados durante ferias profesionales o incluso en eventos literarios como presentaciones de libros. Pocas otras industrias son tan permeables y accesibles como la editorial.
Por último, otro de los motivos que lleva a elegir ser editor es que en una editorial el editor es el árbitro final de lo que publica y tiene control absoluto sobre los contenidos por los que decide apostar. De ese modo, a través de la formación de un catálogo que refleja sus inquietudes, el editor hace de sus libros una extensión de sus intereses vitales y convierte su profesión en un incesante aprendizaje. Así, un gran aficionado a la cocina disfrutará en una editorial gastronómica tanto como un enamorado de la novela negra en una editorial que edite noir.
Esto último, sin embargo, suele llevar a un clásico dilema del editor: ¿Qué debe hacer cuando tiene entre manos un libro que no le gusta pero que cree que interesará a los lectores? ¿Debe renunciar a esas ventas que espera para mantener su catálogo acorde con sus ideas? ¿Hasta qué punto puede sobrevivir una editorial que antepone el gusto de su editor al gusto de los lectores? Estas preguntas tienen varias respuestas, pero no son cortas, ni fáciles. Se explicarán a los alumnos del Curso de Edición Profesional que empieza en Taller de los Libros el próximo mes de enero. Todavía quedan plazas para los que quieran apuntarse enviando un correo aquí.